viernes, 26 de mayo de 2023

COLUMNA DE OPINION - AUTOCRITICA, LA PALABRA PERDIDA

 


COLUMA DE OPINION

José Luis Regalado

AUTOCRITICA, LA PALABRA PERDIDA

Si, aparentemente en estos tiempos podemos considerarla como un apalabra perdida, ya que reza en su significado:  Crítica que una persona hace de sí misma o de su obra”, y los que la hacen seguramente, interponen un “Pero” o tercerizan responsabilidades. ¿Somos capaces de realizar una autocrítica? Seguramente a muchos nos cuesta analizar nuestras acciones y reconocer errores. Cuando esto es llevado  al ámbito dirigencial en todos ellos, o los gubernamentales, donde estas acciones tienen un alto nivel de responsabilidad, se torna más grave no realizar el análisis de los errores correspondientes a las mismas llevadas a cabo, donde estas pueden comprometer el bienestar general, de una sociedad o laboralmente, ni que decir en lo educativo y otros, tornándose  sumamente peligroso, más si la autocrítica es negacionista y traslada responsabilidades a otros, con razón o sin ellas. En nuestra comunidad tenemos distintos ejemplos, una de ellas es la del centenario partido, al que pertenezco, que gobernó dos periodos desde el retorno a la democracia, 1983-1987 y 1987-1991 a partir de ese momento hasta 2021 donde se ganó una de medio término. Perdimos 8 generales y seguramente si la memoria no me engaña 8 legislativas, y lo hablo en primera persona porque fui parte de esta dirigencia. Hoy aún muchos amigos  dirigentes de estos años siguen sin hacer una autocrítica y realizando las mismas prácticas que nos llevaron a más de treinta años perdiendo elecciones; en una de ellas donde fui candidato a senador departamental, por lo tanto, no esquivo responsabilidades, las afronto y más de una vez me pregunte, ¿Qué nos pasa?, muchos seguramente tienen distintas respuestas y algunos seguro, como muchos escuchan, tercerizan responsabilidades. El radicalismo tiene principios y valores intrínsecos adquiridos en forma insoslayable en su centenario transitar, son los mismos que muchos tienen sin militar en este partido, son los mismos que muchos tienen militando en otros partidos o son los mismos que muchos practican sin ninguna clase de militancia. Pienso, desde este largo tiempo haciendo prácticas políticas acompañando a amigos, uno de los graves errores que cometí y pienso cometimos, es el no reconocer esto,  no somos los únicos en la práctica de estos valores, no somos ni mejores ni peores por militar los mismos valores.    Hoy lo mejor es militar valores y principios sin ideologizarlos, no cometamos el mismo error que el oficialismo,  prácticas como estas nos lleva a no poder solucionar los problemas de la comunidad,  y seguramente fue uno de los más graves que cometí, ideologizar valores y principios, creyéndome  dueño de estos por una simple militancia política partidaria. Hace algunos años decidí cambiar, mantener la militancia e ideología partidaria y hacer política desde la misma, pero primando sobre todo esto el bien común, sin prácticas mezquinas donde se prioriza un posicionamiento partidario o apetencias personales y egocentrismos,  que  nos alejan del beneficio general.  Quienes tenemos hoy esta forma de pensar, nos llevó a recibir motes, nos califiquen o rotulen de distintas formas, quienes creen que con esto suman gente al partido o a un sector o línea,  desconocen los cambios que pide la gente,  la problemática que afrontan y la empatía que hoy nos piden. Veo campañas que descalifican refiriéndose a distintas acciones o procedencia, sin ninguna presentación de proyecto, plataforma o apareciendo días antes de una elección sociabilizándose,  lejos están de la gente creyendo esto, aun así piden un pegado a quienes descalifican, solo pensando  en un beneficio circunstancial  para no perder posicionamiento. Como dije tengo parte en la responsabilidad de los errores cometidos, hechos que nos llevaron a tantas derrotas, pero tomemos el ejemplo del 2021, donde primo un proyecto a futuro acompañado por un puñado de jóvenes de distintas militancias y muchos sin ninguna, apuntalados con algunos dirigentes radicales y extrapartidarios de años, que solo aportaron experiencia, sin intereses personales, ni egocentrismo, lográndose ganar. Hoy ese futuro está en puerta con otra visión, pero siempre defendiendo principios y valores, yo  dentro del mismo partido la UCR, sin ninguna duda. Estamos en un frente, hagamos campaña sin epítetos ni calificativos, acompañemos a la gente en la solución de sus graves problemas aportando soluciones con proyectos viables y veraces, es nuestra responsabilidad acompañar esto y a esta  nueva dirigencia y candidatos con responsabilidad y con nuestra experiencia.  Años acompañando, y también  con un largo tiempo de militancia me permiten hacer esta autocritica, reconocer errores y asumir responsabilidades, que seguramente las tengo, y me hago cargo. Treinta años perdiendo 16 elecciones, algo paso y seguro no somos pocos los responsables. Aunque algunos hoy siguen sin reconocerlo y haciendo las mismas prácticas que nos llevaron a estas derrotas, escudándose detrás de la mentira de la posible desaparición de un partido centenario como la UCR, seguramente puede peligrar si seguimos sin renovar  ideas y prácticas que nos lleven a empatizar con la gente, y abrazar sus problemáticas y aportar soluciones. Debemos dejar de lado  el personalismo, y ver el sufrimiento de quienes nos rodean y solucionar  los  problemas  de la gente, a la que hoy les debemos respuestas. Vuelvo a pedir disculpas por la responsabilidad que me cabe en los errores de estos últimos años y las asumo, nunca especule en contra de la gente por intereses personales, hoy con otro pensar más empático y abierto, aportare desde cualquier lugar de militancia que me consideren útil, para que el mismo, logre ponerse en práctica, es lo que vale, apoyar proyectos viables y a quienes los puedan llevar a cabo. Quizás esto no sume para las próximas paso, pero seguro me sirvió para ratificar mi pertenecía y el compromiso que tuve con la gente militando en distintos estamentos, seguramente con muchos errores, los que asumo, pero siempre tratando de empatizar  con la problemática de estos.