lunes, 25 de julio de 2016

Columna de Opinión - Crear frentes, la nueva política


Columna de Opinión
Por: José Luis Regalado
Crear frentes, la nueva política

Si la historia está cambiando y los dirigentes han visto en este cambio una realidad, que con el solo sello de un partido no alcanza hoy para llegar a ganar una elección. Pienso que  no es vaticinar la desaparición de estos, sino el crecimiento de los mismos, pero si dentro de  esta nueva forma de afrontar procesos electivos sin abandonar su pertenecía ideológica y su historia. No es fácil amalgamar en un frente ideologías a veces dispares para encarar un proyecto que al final tiene el mismo fin, el bienestar general. La política tiene también ese fin específico, el cual muchos parecen desconocer y la usan para usufructo propio. Este frente que gobernó durante esta última década, El Frente para la Victoria, fue el ejemplo de lo que puede llegar a suceder en la configuración de esta clase de uniones. Se creó como lo dice su nombre un frente para la victoria. Nada más claro que su nombre carente de un contenido ideológico, como otros identificándose como frente de centro izquierda, frete progresista u otros claramente marcando  los caminos a transitar. El FPV aunque se creó  como un frente progresista, nacional y popular, no quiso traicionar su nombre y solo se  interesaron sus cabezas en  llegar al poder por medio de la victoria para desde este derramar en sus empresarios amigos las riquezas de  obras sobrepresupuestadas y direccionadas,  quedando a la espera de los suculentos retornos para su propio enriquecimiento. Hoy con todo esto descubierto,  el desconcierto de los socios de este frente como algún partido de izquierda, algún sector del progresismo y el principal, su base cimentada en el peronismo, se ven traicionados y muchos se llaman a silencio. El peronismo de años  se usó  para fusionar voluntades por medio del relato, tratando de ideologizar este frente para llegar a su objetivo,  la victoria, quedando hoy disgregados en el campo político. Estos heridos en el enfrentamiento esbozan gritos y tratan de agruparse después de ser traicionados por quienes usurparon sus ideologías, la estructura de sus  partidos y engañados con el relato dejaron sus  esperanzas diseminadas en su huida de la mentira. El daño causado es
gravísimo y muchos no ven su magnitud, no solo en lo económico, sino en el vaciamiento de las  instituciones del estado. La educación fue una que lucho y denuncio el intento de su ideologización,   claro ejemplo de su interés en perpetuar en el futuro  esta forma de apropiación  del propio estado, promoviendo el dicho “El Estado soy yo o el vamos por todo” Hoy a un tiempo de ver esto  podemos por medio de la razón lograr entenderlo y cambiar el rumbo. Hoy nuevamente estamos gobernados por un frente, su nombre de por si genera esperanza, venimos de una muy mala experiencia que marco muy profundo a la sociedad, solo pedimos que   los responsables de guiar nuestros destinos lo hagan con grandeza y sin mezquindades, sin apelar al relato y solo con la verdad.   

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