Columna
de Opinión
El matrimonio Melchiori y Toller
vuelve al ruedo político del departamento
Por: José L. Regalado
Esto
fue lo anunciado por un cercano referente y vocero en redes sociales. Es
increíble, cuando se está dos décadas y
media en el poder y se vive de su renta, abandonarlo se torna prácticamente
imposible. La adicción que este poder genera,
sumado al buen pasar por las
becas que cobran, más el saberse dueño
de las voluntades por la política de dádivas y asistencialismo llevada a cabo
en estos últimos cinco lustros, los hace
terminar en creerse seres sublimes, pero en una sociedad por ellos sometida.
Los aprietes y pases de cuenta, fueron su norma para sostenerse en el poder y
pensar que aún pueden tener un regreso
con gloria. Casi 25 años fueron el tiempo que se tuvo para poder salir de esta
forma de gobierno, que el país optó por desterrar en estas últimas elecciones a
nivel nacional. “Veinte años casados con el poder” fue el título de una nota de
la Nación hace ya cinco años. Cuarenta
cuatro años de renta recibirá esta familia al finalizar esta gestión, con
importantes cargos. Si seguramente noticias como estas ponen en alerta a los
habitantes del Departamento Islas y a Villa Paranacito y activan sus memorias,
pero también debe activar la autocrítica
del porque esto sucede y sucedió. Jamás se fueron del ruedo político, siguen
rentados y tratando de mantener la grieta que le permita su regreso. Hoy somos
un pueblo que trata de cerrarla. Con sus diferencias y sus errores, pero con
responsabilidad y dialogo hoy se trata de taparla, no sin esfuerzo, después de
que algunos por 25 años la mantuvieron en una pequeña comunidad como es la nuestra, es un
trabajo arduo y del día a día. Una sociedad que con lo sucedido en la última
creciente y lo que está ocurriendo ahora, puede ver un cambio, no solo en lo
material, sino en las relaciones comunicacionales
de sus integrantes. “Prefiero no cambiar
una luminaria y asistir una familia” fue un párrafo en la despedida de la hoy
diputada Carmen Toller donde dejo claramente al descubierto que solo gobernaba
para pocos, donde se debería atender los dos casos para un equilibrio social.
Castigar a un departamento como se lo castigo, donde desde décadas solo se
utilizaron los cargos electivos para negocios personales, como lo fue Puerto Ibicuy con el desaparecido Senador
Ing. Pacayut, costo que aun hoy el pueblo está pagando y el senador Melchiori
no supo resolver, por su inoperancia o desinterés. Ni que hablar de la salud de
este departamento, área que usufructuó para ser lo que hoy es y luego abandono.
El ex senador Melchiori es por estos tiempos
responsable de esta área como Coordinador de Salud del Departamento Islas, quizás
como premio a su mediocre labor de los últimos años, que la manejo entre amigos y oportunistas. Se sucedieron graves hechos, que costaron
vidas y la justicia actuó, pero nadie
se hizo cargo como responsable de los nombramientos.
Dicen en un párrafo de esta publicación estar cansados de amenazas,
provocaciones y traiciones, vemos con esto que todavía no pudieron acceder a
una condición humana como lo es la vergüenza, ya que estas fueron las acciones
con las que pudieron gobernar estos 25 años y someter a su pueblo. Hoy quieren
volver y seguramente algunos beneficiados por esta clase de política, que no
son pocos en estos casi 25 años, le brindaran su apoyo, con todo su derecho, que el sistema democrático les da, pero con un
gran sesgo de egoísmo y falta de memoria.
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