martes, 3 de enero de 2017

FORESTACIÓN LA DEUDA PENDIENTE EN ARGENTINA

FORESTACIÓN
LA DEUDA PENDIENTE EN ARGENTINA
El sector forestal y las industrias forestales en la economía verde.

Los árboles siempre han sido de gran importancia en la vida del planeta. Luego de tanta tala indiscriminada de árboles que ha llevado a este cambio climático en el mundo entero, es necesario forestar el planeta en forma urgente.
La actividad forestal más común es la plantación, renovación y tala de árboles maderables; por extensión se conoce con este mismo nombre a los bosques artificiales destinados a su explotación maderera. Sin embargo, otra parte del trabajo forestal concierne al desarrollo de nuevas variedades arbóreas, al estudio de las existentes, a la investigación sanitaria y ecológica del medio ambiente y a otros aspectos menos directamente aplicados. Otro objetivo de la forestación es el desarrollo sustentable, el cual consiste en sembrar árboles como el pino, sauce y otro tipos como los que dan frutos con el propósito de que por cada árbol que sea talado para el consumo otro ocupe su lugar y así no se acaben los recursos naturales y detener el calentamiento global. 
Cada vez más países están tomando conciencia de la contribución positiva que una industria forestal dinámica y sostenible le aporta al desarrollo de la economía verde.
La madera es un producto natural que la energía solar libre produce a la vez que fija el carbono atmosférico. Los árboles pueden ser aprovechados y replantados y los bosques renovados. Los productos maderables son reutilizables, biodegradables y siguen almacenando carbono a lo largo de toda su vida.
La madera es un excelente sustituto de los materiales utilizados para producir muchos bienes de consumo que dejan mayor huella de carbono, como el cemento, el acero, el aluminio y el plástico.
El punto clave del uso de productos madereros sostenibles es la utilización de buena madera.
Esta es la madera de construcción e incluye productos forestales que cumplen con las normas ampliamente aceptadas por las prácticas sociales, económicas y ambientales.
Los recursos renovables determinan una economía más sostenible y mayores oportunidades de empleo para la mano de obra local.
Las ventajas son evidentes: más y mejores empleos, menor impacto ambiental, una industria de productos forestales respetuosa del ahorro de productos de carbono y un enfoque renovable y sostenible del desarrollo económico.
Los bosques, las actividades forestales y los productos forestales no van a resolver los problemas de una economía verde, pero son capaces de abrir nuevas vías prometedoras para la producción y el consumo con bajas emisiones de carbono. Esto ofrece un rayo verde de esperanza para todos nosotros, para un futuro mejor y más sostenible. 
La forestación se realiza en aquellos casos en los que los arboles constituyen una fuente de materias primas primordial para el desarrollo de determinadas industrias, tal el caso de la madera y la de papel. 
La necesidad de obtener esas materias primas de manera constante, y por supuesto en abundancia, demandará la puesta en marcha de este procedimiento porque de lo contrario la ausencia de árboles será un hecho en corto o largo plazo y lamentablemente dicha situación ya no será tan sencilla de remediar.
La forestación, entonces, nos ofrece adelantarnos al gravísimo problema de vivir en un mundo sin árboles, tan importante como ya señalamos para el equilibrio del medio ambiente y para el desarrollo de actividades económicas.
La forestación además de estudiar aquellos materiales necesarios que garantizan la producción comercial e industrial, tales como el papel y la madera, deberá prestar muchísima atención y hacer hincapié en la conservación de las características ecológicas del ambiente en cuestión, así como del valor ambiental estético y para la recreación que la mayoría de estos lugares representan para toda la humanidad.
La práctica de la forestación ya lleva muchísimo tiempo realizándose en todo el mundo, sin embargo, debemos decir, que ha sido en los últimos tiempos que ha empezado a tomarse más en cuenta como consecuencia de la constante campaña de concientización que realizan muchas organizaciones no gubernamentales y ecologistas que tienen el objetivo de proteger la naturaleza de nuestro planeta.
El uso ciertamente indiscriminado que se ha realizado durante tanto tiempo de los árboles para producir con ellos madera y papel y la consiguiente ausencia de forestación para equilibrar este hecho, generó que hoy exista una voz de alerta por parte de las organizaciones.
Se creyó erróneamente que los árboles eran demasiados y nunca faltarían pero la mano del hombre arrasó y esta creencia terminó por caerse a pedazos y se topó con la realidad.
El desmonte indiscriminado y sin control alguno llevado a cabo en grandes zonas de nuestro país, con el objeto de plantar soja es uno de los mayores desastres que se ha producido en los últimos años.
(Producido por PP) – Publicado en Clarín Rural Revista- Edición 55, Año 2016/17. Diciembre/Enero.-

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