viernes, 14 de octubre de 2016

Columna de Opinión Acomodar la Ideología

Columna de Opinión

Acomodar  la Ideología

Vivimos  en tiempos donde se observa  que los distintos dirigentes portadores de ideologías que parecían inclaudicables en su momento, las abandonan   o las ponen  en duda, todo según su conveniencia. Los que se apropian  de este conjunto de ideas, a veces  colectivas o individuales, las apuestan sin ninguna clase de principios y estos  cambios los ponen a  consideración  de una sociedad que examina, pocas veces con  independencia, pero con un alto estado de perplejidad por las mutaciones,   de quienes dicen    tener pertenecía a las mismas.  Jamás creí ver a la ex presidente  Cristina Fernández con una boina blanca en un acto dícese RadiKal, al lado de quienes expresan  pertenecer al centenario partido. En muchos años vi innumerables sociedades, frentes, coaliciones y tantas uniones con fines predeterminados surcar el espacio político de nuestro país. Pero esto duele,  como duele ver día a día la aparición bolsones,  cajas de seguridad bancarias, cajas de cartón y distintos elementos depositando en ellos millones de dólares y pesos, devenidos de una ideología que se caratulaba nacional y popular, sin ninguna clase de derrame, al cual algunos radikales hoy se han asociado. Estos fondos seguramente no estaban direccionados, ni se pretendían enviar a sanear la pobreza por el gobierno del FPV,  hoy invitados a participar en un festejo y compartir un escenario, mancillando un escudo, que hoy ya no les pertenece a quienes dicen mantener una ideología Irigoyenista o Alfoncinista. No creo en los años que transitó nuestra república  se muestre  semejante nivel de corrupción en los manejos de dineros públicos y que quienes dicen ser Korreligionarios  avalen esto en un acto,  ensuciando una boina símbolo de una trayectoria centenaria, plagadas de luchas en defensa de derechos que sus socios de hoy mancillan y olvidan. La comparación de Irigoyen en su salida del gobierno con Cristina causa en quienes sostenemos la militancia del partido radical un dolor intenso. Jamás pensó don Hipólito esconder millones en la caja de seguridad de algún pariente, ni tampoco darle amigos o socios que lo hagan en cajas, no se le  conocieron acciones que manchen su imagen. Hoy estos gurcas de la política  quienes responden a múltiples intereses, con una total carencia de pertenencia ideológica son historicidas, al igual que sus socios elegidos oportunamente por mera conveniencia, en las que está el poder y el rédito económico. No debemos olvidar que la política concierne a lo moral y se ocupa de dar solución a los problemas de la sociedad siempre  direccionados fomentando al bien común. Los cambios sociales generaron también cambios en los partidos políticos, pero jamás la política pertenecerá a esta clase de individuos que se unen para beneficios no colectivos y portadores de una historia inmediata que claramente demostró a la sociedad los motivos que los unen y los intereses  que los movilizaron y hoy no quieren abandonar.
José Luis Regalado
Militante UCR

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