EDITORIAL
La mentira base y sustento de la
política moderna
Durante años venimos observando
dentro de los cambios generacionales la pérdida de uno de los valores, base de
toda sociedad, que es el sostén de la palabra o los dichos. La mentira a
horadado el entramado social y los estamentos en sus distintos niveles que la
componen. El hombre según alguna
religión nace con un pecado sustentado por el engaño y la mentira, liberándolo
a los nacientes con un lavado por las aguas bautismales. En el transcurrir de
los siglos este pecado se fue perfeccionando y mutando en sus formas por las
habilidades de sus portadores, por las características de este hoy somos en su
totalidad, en forma indirecta o directa, en mayor o menor nivel, usuarios del mismo. La sociedad hace uso
continuo de la mentira para un beneficio perecedero, pues el dicho es claro
esta tiene las patas cortas. Las promesas están ligadas de una u otra forma a
la mentira, pues el incumplimiento o la rotura de esta, está íntimamente
relacionada. La política no está fuera de nuestra sociedad, muchos son los que
la practican y por simple contacto e interrelación de los mismos se cae en este
pecado tan común, lavado en nuestro
nacimiento, pero vuelto a adquirir y altamente perfeccionado por quienes hacen
de la mentira base de sus vidas. Es la mentira base y sustento de la política?
Quizás este no sea un título con una verdad a medias? Porque no es la política
las que nos miente, son quienes la
practican o sea los políticos, que hacen uso de la mentira para acceder o
mantenerse en un poder sin sustento, por la carencia de base. La sociedad
integrante primordial para que esto suceda y caerá, no sin sufrir los daños, que es el causado por hacerla vivir en la mentira. Venimos de un triste ejemplo que no se debe
repetir, mentir en política es grave, aceptarla o negarla por conveniencia en
el tiempo es peor, traerá secuelas que se tardara mucho tiempo en volver a la verdad, no sin
costo. Basar el poder en la mentira y gobernar con esta es someter a un pueblo
a vivir en la oscuridad. Recuperar la claridad es esencial, aunque al principio
esta aparentemente nos causa daño en la visión, pero es temporal, hasta que nos acostumbremos a transitar la
luz. Esto es hoy el malestar visual que tenemos y la esperanza de ver claridad. Basar el poder en mentiras y
gobernar en base a la misma no es la forma, esperemos que este sea un ejemplo
para quienes son responsables de guiar nuestros destinos en el futuro.
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