viernes, 14 de octubre de 2016

EDITORIAL La mentira base y sustento de la política moderna

EDITORIAL
La mentira base y sustento de la política moderna
Durante años venimos observando dentro de los cambios generacionales la pérdida de uno de los valores, base de toda sociedad, que es el sostén de la palabra o los dichos. La mentira a horadado el entramado social y los estamentos en sus distintos niveles que la componen. El hombre  según alguna religión nace con un pecado sustentado por el engaño y la mentira, liberándolo a los nacientes con un lavado por las aguas bautismales. En el transcurrir de los siglos este pecado se fue perfeccionando y mutando en sus formas por las habilidades de sus portadores, por las características de este hoy somos en su totalidad, en forma indirecta o directa, en mayor o menor nivel,  usuarios del mismo. La sociedad hace uso continuo de la mentira para un beneficio perecedero, pues el dicho es claro esta tiene las patas cortas. Las promesas están ligadas de una u otra forma a la mentira, pues el incumplimiento o la rotura de esta, está íntimamente relacionada. La política no está fuera de nuestra sociedad, muchos son los que la practican y por simple contacto e interrelación de los mismos se cae en este  pecado tan común, lavado en nuestro nacimiento, pero vuelto a adquirir y altamente perfeccionado por quienes hacen de la mentira base de sus vidas. Es la mentira base y sustento de la política? Quizás este no sea un título con una verdad a medias? Porque no es la política las que nos miente,  son quienes la practican o sea los políticos, que hacen uso de la mentira para acceder o mantenerse en un poder sin sustento, por la carencia de base. La sociedad integrante primordial para que esto suceda y caerá, no sin sufrir los daños,  que es el  causado por hacerla  vivir en la mentira.   Venimos de un triste ejemplo que no se debe repetir, mentir en política es grave, aceptarla o negarla por conveniencia en el tiempo es peor, traerá secuelas que se tardara  mucho tiempo en volver a la verdad, no sin costo. Basar el poder en la mentira y gobernar con esta es someter a un pueblo a vivir en la oscuridad. Recuperar la claridad es esencial, aunque al principio esta aparentemente nos causa daño en la visión, pero es temporal,  hasta que nos acostumbremos a transitar la luz. Esto es hoy el malestar visual que tenemos y la esperanza de ver  claridad. Basar el poder en mentiras y gobernar en base a la misma no es la forma, esperemos que este sea un ejemplo para quienes son responsables de guiar nuestros destinos en el futuro.


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