Columna de opinión
No todo se debe ideologizar
Por: José
Luis Regalado
Los
estamentos gubernamentales están y vienen en crisis, Quienes son los culpables?
Es herencia? Hoy somos responsables?, Son tantas las preguntas que tenemos para
hacernos y muchas más las respuestas si se ideologizan o partidizan estas. La educación
no quedo fuera de estos, aunque se reconozca que es la base de nuestro futuro
no nos ponemos de acuerdo de cómo encarar este grave problema que aqueja a
nuestros niños y jóvenes siendo esto responsabilidad de los mayores (políticos,
gremialistas, docentes, comunidades educativas y sociedad en su totalidad), todos
en si somos responsables. La decadencia y la pérdida de valores muchos los trasladan
a la mala trasmisión de estos en el ámbito
escolar. La crisis que vive la sociedad y la falta de ejemplo en la práctica de
muchos de estos es lo que ven nuestros jóvenes y niños y no podemos reclamarles
nada a estos. También quienes guiaron y guían
nuestros destinos como representantes en las instituciones no encaran actitudes
dignas de ser repetidas o como ejemplos a seguir. Uno de estos es lo sucedido con la evaluación Aprender, donde
se puede realizar críticas desde lo pedagógico o el sistema adoptado para su implementación
o el contenido de las preguntas, lo que jamás vi fue la ideologización de una evaluación de esta manera, propuesta por el Ministerio de Educación. El miedo que despertó la evaluación Aprender no es lo que despertaron los innumerables
sistemas de evaluación propuestos dentro de las distintas políticas
educativas que vimos en las últimas décadas. Las
evaluaciones propuestas por el estado a cargo de los anteriores gobiernos no tuvieron este nivel de resistencia ejercido por
los distintos gremios. ¿Qué se puede descubrir con los datos que aporte esta evaluación?.
Quizás tengo la posibilidad de realizar este análisis desde mi rol de militante
gremial que ocupo algún cargo dentro de los mismos, como alguien que ejerció la
docencia y participo en reuniones donde también se analizaron los sistemas de evaluación,
como activo militante político y lo más
importante como padre, no es fácil abandonar ningún rol pero si me dan la posibilidad
de opinar. Ideologizar y partidizar la educación
es lo más grave que nos puede suceder, inculcar que la toma de una escuela es
la forma de demostrar su disconformidad y adoptar un duro discurso poco
constructivo tampoco es la forma. Se debe en las escuelas educar a nuestros jóvenes
como sujetos críticos y libres, pero también en el respeto a las normas que son
los parámetros éticos y morales que deben
tener dentro de la sociedad. Este respeto es la base para ser en el futuro ciudadanos
completos, también permite el saber y respetar los límites de los derechos y
los deberes a cumplir, ejerciendo este
importante rol social, el de ser un ciudadano
responsable. Uno puede tener una pertenencia
o militancia ideológica, pero ejercerla dentro del ámbito educativo promoviendo
el no respeto a las normas, no es la forma de educar ni formar a jóvenes como
ciudadanos responsables, cuando hoy se
pide el respeto a las normas y justicia para quienes las trasgreden. Permitir y apoyar la toma de escuelas hoy por
los motivos que sean es fomentar el anarquismo institucional, pues cualquiera
puede ser tomada por no compartir las normativas colectivas. Vemos la intervención gremial y el apoyo de estos,
partidizando estas instituciones a
conveniencia de la dirigencia respondiendo a intereses particulares, lejos de
los intereses colectivos y de los afiliados. El miedo a una consulta es repetir
lo que nos sucedió en la última década, no querían datos, solo los propios
basados en su relato y en base a estos generar políticas erróneas como la que
nos llevó al estado que esta hoy la educación. No es
miedo al desfinanciamiento educativo, es el control de los montos y la exigencia
a la buena aplicación de los fondos destinados, la investigación de los mal gastados, lo que
hoy preocupa a muchos.
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