EDITORIAL
Cinismo
e Hipocresía
Vocablos muy usados en una sociedad convulsionada
por hechos que conmueven sus raíces ideológicas. El termino cinismo hace
referencia a la impudencia, la obscenidad descarada y la falta de vergüenza a
la hora de mentir en distintas formas como el relato. La hipocresía no difiere
en mucho en su definición, dícese ser la actitud de fingir virtudes, creencias,
opiniones y sentimientos lejos de poner en práctica o seguir. Ser hipócrita es
esconderse tras una pantalla de mentiras y detrás de una engañosa reputación. La hipocresía es una forma de esconder a una sociedad
ávida de valores o sentimientos los
verdaderos motivos enmascarados detrás de una falsa fachada, que es la
acumulación de fortuna usando al poder que la demócrata sociedad le dio. Es la
hipocresía la falta de consistencia de lo que se dice con los hechos. Una
persona hipócrita es la que construye con la apariencia de bondad, pretendiendo que se actúe de la misma forma y
que se tome su ejemplo glorificándose su accionar, aunque detrás de todo esto
se esconden los verdaderos fines y acciones alejados de una realidad camuflada
con sus propios relatos falaces. De a poco pero en forma continua van cayendo
día a día velos que escondían la hipocresía y el cinismo de una forma de
gobierno. Seria duro considerar dentro de estos calificativos a buena parte de
esta sociedad que creyó en un proyecto nacional y popular. Enmascarados como
muchos lo han hecho detrás del movimiento peronista que fue usado
incansablemente para acceder al poder y de allí durante años actuar
hipócritamente, saqueando y engañando al pueblo. Con una asistencialismo
discrecional en sus distintas formas como lo fueron los subsidios escondieron
sus verdaderos motivos de su acceso al poder,
engañando a muchos esperanzados que hoy incrédulos ven contar la plata o
enterrarla en sus narices. El cinismo obsceno con el que se muestran en su
accionar, al descubierto hoy por la impunidad con la que aún creen contar,
dejan aflorar los verdaderos motivos de su avidez por el poder, su
enriquecimiento personal. Se habla de la teoría del derrame, seguramente desde las cabezas de sus líderes llegara el esperado
derrame pero no de las plusvalía generada por este poder, sino que lo que hoy se
derrama en esta sociedad que creyó en
este movimiento es la desazón, el descreimiento, el enojo dirigidos a una clase
política cínica e hipócrita. Clase política que hizo uso de las necesidades de
su pueblo para esconder los verdaderos fines con los que llego al poder, lucho
por mantenerlo y aun hoy quieren volver nuevamente, su enriquecimiento. Hay distintas clases de militantes en este movimiento,
quienes con las irrefutables pruebas no esconden su tristeza por el engaño sufrido, quienes esconden su descreimiento
por vergüenza y no lo demuestran y quienes aun con las demostraciones de sus
dirigentes de ostentación y acumulación de dineros espurios, con un nivel de
corrupción nunca visto, aun defienden como
en el congreso a estos delincuentes. Ver este nivel mafioso corporativo en nuestra cámara, de
quienes deben elaborar y promulgar nuestras leyes, nos coloca en una posición
de descreimiento. Aquí en nuestro congreso esconden a los delincuentes y se protegen con fueros y a otros se los envían
al Parlasur como representantes de nuestro país, premiados por robar para la corona.
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