COMITÉ DEPARTAMENTAL
ISLAS DEL IBICUY
DECLARACIÓN del COMITÉ DEPARTAMENTAL
ES
MEJOR PREVENIR, QUE CURAR.
Es
innegable que la población de Paranacito
y quienes nos visitan ya sea por negocios o placer experimentan una sana alegría porque una obra tan postergada como
la finalización del Acceso 8 está por concretarse.
También
es innegable que las consecuencias catastróficas de la última inundación que
desvastó los caminos secundarios y terciarios de todo el departamento están hoy
recuperados y transitables en casi su totalidad. El estado entrerriano ha
cumplido mediante su organismo específico en reparar las pérdidas ocasionadas y
esto también bueno es decirlo ha cosechado el reconocimiento de la población,
que compartimos, por la eficiencia de quienes han desarrollado la tarea.
Pero,
esta eficiencia demostrada en los caminos secundarios no se verifica en los
principales, como son los accesos a Villa Paranacito e Ibicuy, sus capas
asfálticas visiblemente deterioradas y con innumerables baches. Reparaciones efectuadas
con materiales no adecuados y en número muy
inferior al deterioro producido y existente.
Esta
falta de mantenimiento adecuado viene siendo denunciada por usuarios e incluso
causando algunos accidentes.
No
escapa a la inteligencia de nadie que una construcción genera inconvenientes,
lo que una obra pública no puede provocar es inseguridad y todos en mas o en
menos sabíamos que la reconstrucción del Acceso 8 es de tránsito peligroso, su
altura, su ancho, la superficie de rodamiento son una combinación que debería
haber generado una serie de medidas de prevención y seguridad vial permanentes,
así lo hicieron saber diferentes organizaciones de la sociedad civil, como
también los Concejales locales.
Estamos
condenados los argentinos como sociedad parece, a ser hijos del rigor, o de la
muerte.
Cambiamos
trenes de más de medio siglo luego de más de cincuenta muertes, aquí en nuestra
patria chica, tuvieron que pasar varios incidentes y hasta una muerte para que
aparezcan los guard-rail.
La
burocracia produce muerte. Pero la burocracia
está sostenida por personas de carne y hueso, que los responsables de la
tardanza o la desidia no se escuden en ella.
La
pérdida de una vida que podría haberse
evitado no tendrá jamás justificativos.
Los
fondos para poner este camino en condiciones deben aparecer,
sino continuaremos llorando tragedias. La naturaleza nos castiga duro,
eso no lo podemos evitar, pero si podemos hacer que no nos castiguen los
hombres burócratas.
Secretaria
de Prensa .- Diciembre 14, de 2016.-
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