domingo, 10 de enero de 2016

Provinciales - PORQUE SERÁ?

Provinciales - PORQUE SERÁ?
Perseverancia
A pesar de lo que dictaminó la Justicia, Mauro Urribarri insiste con la Ley de Narcomenudeo

El combate al narcotráfico trae consigo una serie de medidas que no solucionan el fondo pero que presentan a un gobierno como combativo. La conocida Ley de Narcomenudeo que se buscó implementar en la provincia recibió en más de una oportunidad rechazos por parte de la Justicia por ser considerada inconstitucional. Además de no combatir el núcleo del negocio ilegal de drogas, dicha ley pretende pasar a la órbita provincial una tarea que corresponde a la jurisdicción Federal por ser un delito que se comete en ámbitos que exceden a una provincia. Sin embargo y a pesar de lo dicho por fallos judiciales, el ministro de Gobierno Mauro Urribarri insiste con la discusión de dicha ley para su implementación. Cuando la palabra de la Justicia vale poco ante la necedad de los dirigentes políticos. De ANALISIS DIGITAL
Durante el 2014 la ley de Narcomenudeo sancionada por el oficialismo provincial sufrió dos fallos de inconstitucionalidad por parte de los jueces Federales Leandro Ríos (costa del Paraná) y Pablo Seró (costa del Uruguay). Seró consideró, a finales del 2014, que una serie de artículos de aquella norma colisionan con disposiciones previstas en la Ley de Estupefacientes. 
Un año después, a finales del 2015, la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná rechazó la pretensión de la Fiscalía de Estado de constituirse como querellante en una causa iniciada bajo la figura de la ley provincial de narcomenudeo. El tribunal dijo que el Gobierno “no resulta particularmente ofendido por el supuesto delito que se investiga”. La norma, en tanto, continúa vigente, aunque ha caído en desuso luego de ser declarada inconstitucional por dos jueces federales.
Sin embargo, por presunta iniciativa del gobernador Gustavo Bordet, el ministro de Gobierno Mauro Urribarri insistió este martes en la discusión de una ley de Narcomenudeo. Lo hizo en el marco de una reunión con el Jefe de la Policía de Entre Ríos Gustavo Maslein y los titulares de cada departamental, según consignó Nueve Ahora. “Hay una instrucción por parte del Gobernador que tiene que ver con ponernos a debate nuevamente con la ley de narcomenudeo, que es muy importante para nuestra fuerza”, dijo Urribarri (h).
El joven ministro consideró que esta ley buscaría “paliar en el día a día un flagelo que afecta a nuestros jóvenes y vecinos de Entre Ríos en general”. “El combate al narcotráfico es un punto importantísimo. Sabemos que el delito se ha complejizado en los últimos años y debemos tener un abordaje muy importante, con firmeza, responsabilidad y decisión”.
Los límites de la iniciativa, mas allá de las resoluciones judiciales
Una ley de Narcomenudeo busca dar facultades a la policía provincial de actuar sobre los puntos de expendio de drogas, habitualmente denominados 'quioscos' o 'punteros'. En su gran mayoría, estos puntos de venta están inmersos en los barrios más humildes de una ciudad, convirtiendo esos barrios en una zona de potencial conflicto. 
Hasta el momento, la policía entrerriana se basa en un recobeco legal para actuar: mediante una orden judicial, allanan a los punteros en busca de portación ilegal de armas y allí se encuentran con la evidencia de la comercialización de droga -siempre y cuando no se haya enterado tiempo antes el narcotraficante- y se deriva a la Justicia Federal. 
Pero a ciencia cierta, un encrudecimiento en los controles del narcomenudeo no deja de ser una estrategia inútil para el verdadero combate al narcotráfico. Los punteros existen porque hay mercadería ilegal para ser vendida y el apresamiento de los mismos, no prohíbe la capacidad del negocio real de conseguir otros sujetos que operen la misma cadena del negocio. 
El narcotráfico se aprovecha de la vulnerabilidad de las personas y sus necesidades manifiestas para ofrecerles plata fácil a cambio de arriesgar su libertad. El rol que cumple el puntero es necesario para el negocio ilegal, pero no así los sujetos individuales que lo ejecutan que se transforman en materia desechable. "Estoy cansado de ver miles de causas sobre la presunta persecución al narcotráfico y los únicos presos son los camioneros que trasladan la droga o los punteros", dijo en su momento el prestigioso jurista Eugenio Zaffaroni. 
Los camioneros forman parte de un eslabón anterior al de los punteros en la cadena del negocio ilegal y también se transforman en materia de descarte para quienes manejan el negociado. De hecho, en la actualidad se puede observar que a quienes conducen el narcotráfico les importa poco perder un cargamento en un control policial, puesto que en simultáneo pasan tantos otros que le garantizan las ganancias extraordinarias. 
Si bien puede haber buena voluntad a la hora de encrudecer los controles al narcomenudeo, es una herramienta que no funciona de manera eficaz para el combate real del narcotráfico, sino que puede servir para apalear una coyuntura. Mientras la voluntad política del combate real no se pose en discusiones de coyuntura y pase a ser una discusión del negocio integral, la eliminación del narcotráfico quedará en una utopía. 
Las altas esferas del poder político y policial están infiltradas por el negocio ilegal de drogas y el motivo de la instalación del narcotráfico se pudo gracias a la complicidad de actores que obran dentro del Estado. Una discusión que apunte a la legalización de las drogas -para no criminalizar al consumidor- y una reforma estructural en las fuerzas de seguridad Federal se imponen como temas que son necesarios para el combate real al narcotráfico y no permanecen a la actualidad de la agenda en la materia.

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