Desolación y agua en cada rincón. Animales que buscan un
lugar donde poder estar. Tristeza en los ojos, en el corazón y en el alma.
Mazaruca es una pequeña localidad en el ejido Ibicuy que quedó totalmente
aislado producto del avance del agua. El lunes pasado, el terraplén cedió tras
la “tremenda sudestada” que se registró el fin de semana y en pocas horas el
agua lo cubrió casi todo. “El agua no dio tiempo a nada”, dijo Aurora, una
mujer que permane en un pequeño sector aun seco, y que afirma que seguirá en su
lugar a pesar de la inundación. “¿Dónde vamos a ir?”, se pregunta al borde de
las lágrimas. “No nos queda”, se resigna. Por su parte Juan García, docente de
la escuela Nº 28 de Mazaruca, dio cuenta que el establecimiento “quedó
literalmente bajo agua, hay 1,60 metros de agua”. “Estamos todos entristecidos.
No pudimos sacar nada, estuvimos pidiendo una lancha a Villa Paranacito” para
poder salvar los distintos elementos del establecimiento pero nunca llegó.
Ahora “las pérdidas son totales”. Asimismo, indicó que ni la directora de la
escuela ni la Departamental se han comunicado: “Estamos completamente a la
deriva”.
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